Bienvenidas todas.
Nuevo número de nuestro boletín semanal, a ver cúanto dura mi capacidad de aburrirles las orejas semana si semana también.
No sé qué hacer con eso de los podcasts. Claramente los escucha menos gente de la que lee los boletines, ya veré qué hacer con eso.
Bue, pues hoy traemos un boletín más personal, lo dedicaremos a mi. ¿Qué pasa? Soy leo, si todo el mundo no habla de mi maburro.
De chiquita me gustaba sacar mi chiquita colita y que las niñas de la clase me rodearan a admirarla.
Gustar igual no es la palabra, pero no me voy a poner a buscar cuál es la palabra.
Es medio extraño eso de ser el centro de atención, lindo y perturbador por igual. Que igual tampoco son las palabras.
Pues la razón de que este boletín hable de mi es que tenía varios artículos por ahí desperdigados que lo hacían. Y cuando puedo me gusta darle una temática al boletín. Así que la temática de la semana es YO.
Comenzamos con un artículo que escribí hará dos meses mínimo, cuando era una persona famosa en substack, antes de que me retirase de la sección de red social por sentir que me estaba haciendo por dentro eso que te hacen las redes sociales por dentro que no está muy claro lo que es pero que tiene color café, textura blandita y huele y sabe a mierda.
Es un artículo que formaba parte de una colaboración de autoras substackeñas en las que presumiamos de lo muy imperfectas que eran nuestras vidas. O más bien de lo muy perfectas que eramos por reconocer lo imperfectas que eran nuestras vidas.
En realidad no era así, pero ya saben que me gusta la acidez, la ironía, el cinismo, la agresividad, el mate, y tocarle las pelotas al personal.
Estoy dejando un poco el mate, y de meneármela también, pero eso no se dice así que no dije nada.
Por ahí cualquier día de estos hasta dejo de tocarle las pelotas al personal y me convierto en un peluche adorable. ¿Me adorarían ustedes si me convierto en peluche?
Creo que no podría convertirme en peluche ni por todo el adoro del mundo.
Pues después de la pieza ‘Mi Vida Imperfecta’ viene otra que habla deeee… ¿mi?
En realidad no, en realidad es una de esas ocasiones que dejo a un lado los disfraces para exponer mi corazón en cueros.
La gente adora cuando alguien expone su corazón en cueros. Lo llaman vulnerabilidad, queriendo decir con esto que la gente adora la sensación linda que sienten cuando alguien se expone, pero que adora mucho más el poder que les da sobre ese corazón el que alguien se lo ofrezca en cueros e indefenso.
No, eso no lo quieren decir, no lo quieren ni pensar, prefieren solo guardarse ese poder en el bolsillo para cuando les pudiera venir bien. A la gente le encanta que otras seamos realmente vulnerables mientras ellas solo lo pretenden ofreciéndote vulnerabilidades banales, superficiales.
Así que en ‘Así Habló Zaratustra’ hablo deee… ¿mi?
La siguiente piecita de este boletín, o rompecabezas que soy (ojalá pudiera yo romper sus cabezas algún día), es ‘Vida Patética’. La mia digo, no la suya, que es maravillosa.
Concluiremos con una piecita cachonda inspirada hará también un par de meses por nuestra compañera
, con la que nos traemos conversas, colaboraciones e intercambios altamente inspiradoramente.Si no fuese por ella y alguna otra personita por ahí suelta es facil que le hubieran dado por el culo a substack hace algunas semanas.
Hablando de dar por el culo, digo de substack, me voy a abrir una cuenta en bluesky a ver si me reconcilio con la versión digital del mundo, ¿tienen cuenta en bluesky? ¿quieren compartir? Bue, yo les compartiré la mia, cuando la abra.
Abrí un canal de youtube, todavía no subí nada, pero poco a poco me voy haciendo a la idea de mostrarme, así que en cualquier momento les comienzo a compartir videos, de esa manera ya les tendré sus cabezas rodeadas y por ahí si que se las puedo romper. ¿Les gustaría?
Hay mucha gente por ahí con cabezas que sufren, y aun así se resisten a romperlas y cambiarlas por unas nuevas.
Estaba pensando ayer, mientras limpiaba el trozo de tierrita donde quiero construir una casita, que igual complemento mis veleidades creadoras de contenidos con explicaciones de vivir en el campo.
No de vivir en el campo así de cosas prácticas, sino de las cosas más bien cósmicas de vivir en el campo, y de trabajarlo claro. La tierra da, da cosmos de hecho, pero si la trabajás.
Para que la tierra te dé cosmos hay que sembrar semillas de cosmos, que es exacto a lo que me dedico yo, a criar semillas de cosmos, y ustedes son mis tierras.
Aunque las tierras en realidad son de ellas y no pertenecen a naide, vos les arrojás semillas, agua, mierda, y luz, y ellas ya deciden lo que crecen y lo que no.
Si yo no les arrojara mierda de continuo y les roturara la cabeza para abrirsela con mis exabruptos ustedes no crecerían nada, o nada diferente de lo que vienen creciendo hasta ahorita.
Así que si ustedes no quieren ser estercoladas y que se les abra la cabeza a base de golpes de hazada pues no sé muy bien para qué vienen por acá.
Bue, pues que la última piecita se llama ‘Cínico’.
Disfruten las lecturas tanto como puedan y repártanselas a lo largo de la semana, que luego se les hace demasiado larga sin mi.
Y hablando de todo un poco, ¿por qué no me colaboran a comprar las cositas que necesito para ser una vlogger de éxito? No son muchas, pero no deja de ser una inversioncincita, ¿me ayudan? Les dejo el enlace a mi Buy Me a Coffe.
Mi Vida Imperfecta
Del concurso de substack ‘a ver quién tiene una vida más imperfecta’.
Bueno, vamos allá con este OnlyFans en el que un grupo de creadoras desnudamos nuestras imperfectas vidas a vista de nuestros voayer lectores. Hoy me toca a mi.
Igual debería añadir un botón para que usted me llueva de guita cada vez que yo le desnude una parte íntima de mi vida. Luego lo busco, que no sé ahorita dónde dejé la caja de los botones.
Decir que nuestras vidas son imperfectas es exáctamente lo mismo que decir que nuestras vidas son perfectas a su modo, y no al nuestro.
No existe ni existirá imperfección que no provenga de una comparación con un ideal.
Lo cual convierte en imperfecto al ideal, y no a mi vida, que pasa a ser perfecta en el preciso instante en que vacio mi ser de todo ideal.
Otra cosa es que sepamos vaciar seres de ideales, que es que no. Cuya principal causa es que nos gustan los ideales, es más, somos totalmente adictas, no sabriamos qué hacer sin ellos.
Sin ideales que nos hagan de guia no tendríamos ni idea de qué hacer con nuestras vidas, estaríamos perdidas como, comooooo…. no se me ocurre como, estariamos perdidas y ya. Que es en realidad lo que nos pasa, y por eso nos la pasamos comprando ideales por acá y por allá nuestra pinche vida.
Ideal proviene de idea, es decir, de tener idea de lo que hacer con tu vida, que es para lo que sirven los ideales. La l de ideal viene de limbécil, que es para lo que sirven los ideales, para perder tu vida haciendo elimbécil con ella, muy idealmente eso si.
Como a mi se me están agotando los ideales mi vida está comenzando a ser perfecta. Aunque si la viera usted que está llenita de ideales con qué comparar pues mi vida le parecería feita, gorda, viejita y de pechos pequeños y caidos.
Aunque usted no lo diría porque claro, esas cosas no se pueden decir, de hecho lo ideal es no pensarlas si quiera, con lo cual cuando lo pensamos nos sentimos imperfectas, es decir culpables. Pero todo esto es otra cosa. Creo.
Así que déjenme inventar algún ideal, o copiárselo a ustedes, con el que comparar mi vida para poder escribir este artículo, que si no no vamos a acabar nunca.
Hago muy muy poquita plata, muy poquita.
Para la poca guita que hago trabajo bastante duro, es un trabajo muy físico, cargo cosas pesadas arriba y abajo principalmente, cosas que tienen que ver con los tomates, las verduras, las frutas, los árboles, el estiércol, tierra, piedras, y cualquier otra cosa siempre y cuando pese mucho.
Vivo en una cueva en lo alto de un monte. Lo que es otra manera de decir que vivo a tomar por culo, u otra manera de decir que vivo radicálmente sola. Que suele ser entendido como una imperfección.
Cago en un cubo, que sonaría mejor si lo llamase váter seco, pero eso no lo haría menos cubo.
Vivo en una gruta. Y además es cierto.
Nunca nada de lo que pensé o planeé resultó en mi vida. Que igual es una exageración pero qué haríamos de la vida sin su pizquita de drama.
Huelo a naturaleza, y mi furgón veinte veces más todavía, pues aun no conseguí que aprenda a lavarse. Todo llegará, tengo mucho tiempo.
Tener mucho tiempo no es una imperfección creo, así que tendré que borrarlo de la lista. Lo haré cuando tenga tiempo.
Nunca sé qué hacer con mi vida, por habérseme agotado ya los ideales claro, con lo que estoy siempre perdida.
No tengo vacaciones, un par de días acá y allá para visitar familiares. Amigas no, dejé de tener amigas, ya sólo tengo conocidas en mayor o menor grado. Aunque creo que eso le pasó a casi todo el mundo. Echémosle la culpa a las redes, que a la gente le encanta culpar a las redes y a la sociedad de todo, claro, como no se quejan…
Bue, pues ya les dejé una buena lista, ¿les di penita?
Por cada imperfección que dije podría poner el lado positivo, pero entonces no serían imperfecciones, así que me las callo, algunas seguro que pueden ponerlas ustedes solitas
Y lo dejo acá, espero que esto les sirva para sentirse mejor a ustedes con sus vidas, seguro que si.
Fin
Así Habló Zaratustra
Mesías marca blanca
Ayer una amiga me preguntaba ‘¿qué te hemos hecho?’ a raíz de un comentario mio, un puteo de esos generalizados que le escupo a la gente en el ojo de tanto en tanto, de no tanto en no tanto, cada día.
A parte de que la pregunta fuera así medio cachondeo por cosas que yo también decía de medio cachondeo en el comentario, la questión no deja de tener algo de razón.
Mi respuesta a mi a amiga no dejaba de ser otra que ‘¡ser ustedes!’, siguiendo con el cachondeo.
Pero en realidad la pregunta me llevó a reflexionar, para mayor terror de ustedes y de sus buzones de correos, los cuales se levantan ya con dolores y malestares generales cuando se acerca el final de semana temiendo que otro de mis mails se les viene encima.
¿Qué me hizo a mi la gente?
Podría decir que decepcionarme, pero eso ya pasó hace tiempo.
Podría decir traumarme, pero también pasó, así que creo que es incluso más profundo que todo eso.
Otro amigo, vaya derroche de amigos, no me pensaba yo que tuviera tanto de eso, pues otro amigo, hará un par de años, un enamorado de nietzsche, me visitó con dos copias del así habló zaratustra para que lo leyésemos parejo.
Aguanté como veinte páginas, lo cual son como diecinueve páginas más que cualquier libro que intentase leer en los últimos veinte años.
Lo que decía el tipo era todo re interesante y re importante, y no hacía falta que mi amigo me puntualizara lo mucho que se parecía el tipo del libro a mi para que yo me apercibiera. Además vivía en una puta cueva como quien les escribe, ¿qué carajos tendrán las cuevas?
Con otra amiga, y esto ya es un presumir de amistades indecente, hará unas semanas comentaba esto del zaratustra, algo avergonzado yo por el tono de curita pulpitero, de mesías de dollar-store, o de todo-a-euro para las españoles. Esa amiga me decía que igual es necesario la gente así.
¿Qué haría una sin amigas?
A mi todo esto me viene de lejos, de chiquita. Yo creo que lo explico mejor en el libro que escribí el año pasado y que dió origen a mi carrera, mi carrera de no sé qué y a no sé dónde. Ya se verá.
Desde muy pequeña algo no me cuadraba, miraba a la gente y algo no me cuadraba, a los otros niñas se lo perdonaba por eso, por lo niñas, ¿pero a los adultas? ¿qué carajo les pasaba a esa gente? ¿no aprendían nada? ¿crecer no les servía de nada?
Estamos hablando de una niño, y por tanto no procesaba la información como ustedes, la procesaba con la sensación de que algo no te cierra, sin saber ponerle palabra ninguna a eso, atonitura, flasheo, no comprender a la gente en determinados momentos concretos y quedarte con la sensación interna de qué carajos pasa acá.
Fui una niño traumado por un evento a mitad de infancia, y eso te despierta los sensores a determinadas cosas, aunque también es muy posible que me viniese ya incluido de antes. Me recuerdo ya en el parbulario, palabra extraña, preguntándome por los niñas que me rodeaban y qué les llevaba a hacer lo que hacían.
He de reconocer acá que mi extrañeza era aun mayor por el comportamiento de las niñas que de los niños, las cosas que les gustaban y de las que hablaban me parecían absolutamente intrascendentales. Palabra curiosa para aplicarle a seritas humanas de cinco años de edad.
Edad en la que ahorita no me podrían parecer más monas las seritas humanas pero que por entonces simplemente me sentía incapaz de comprender.
Pero recuerdo igual a grandes manadas de niños varones actuando como auténticos descerebrados alrededor de una pelota.
Imagine veinte niños haciendo una piña alrededor de un balón pateando como si tuvieran patas ametralladoras a cualquier cosa que se moviera por su lado, balón o no.
Y luego imagine a otro niño al márgen observando todo aquello y preguntándose, ‘¡¿pero, por qué?!’.
Es curioso recordar todo aquello. El niño del margen, nunca dejé de ser eso, el niño del margen que se pregunta por qué.
De vez en cuando me metía al barullo e intentaba poner orden a través de darle sentido al juego, de hacer algo diferente, pensar, parar la bola, darle dirección e intención. Puto iluso.
Una avalancha de piernas ametralladoras se te venía encima cada vez que la bola se te acercaba, así que terminabas haciendo lo que los demás, ametrallar patadas de pura frustración.
Intuitivamente siempre ví los movimientos sociales como gente que, como yo, quería darle sentido al juego, parar la bola, pensar, y organizarnos la vida mejor a los seres humanas.
Aun así siempre me mantuve en los márgenes, observando, entrando de vez en cuando a jugar para intentar darle sentido a la partida. Puto iluso.
Fuí ametrallado fuera de esos grupos y movimientos sociales a patadas una y otra y vez cada vez que abría la boca. Hasta que aprendí que en esos grupos los dichos, los haceres, y los pensares se te dan ya hechos.
Están también las amistades, esos lugares donde estás supuestamente a salvo de la violencia social, de la ley del más fuerte, de la competición y lucha que representa enfrentarte a un mundo voraz y competitivo. Puto iluso.
En algún momento despertás al hecho de que la amistad es un contrato, uno que se cumple mientras se tenga algo que ganar, mientras te ‘aporte’ algo.
En algún momento yo dejo de aportar algo a la gente según parece, y se van a buscar ese algo que todavía no sé muy bien lo que es a otro lugar.
En el caso de las amistades alguna vez me ametrallaron a patadas también, algo que no vi venir de ninguna forma, pero en la mayoría de los casos simplemente sentís que alguien, tu amigui ‘del alma’, simplemente ya no está ahí. Está, responde a los mensajes, quedan a tomar algo, pero ya no está, se fué, fué.
En el caso de las parejas la depredación, el uso, utilización mutua, me pareció aun más espantoso.
Yo entré en todo eso del ‘amor’ a través del sexo.
Lo bueno del sexo es que se da por entendido que ambas personas se están utilizando mutuamente, es un contrato de compra-venta de carne y emociones superficiales, autoestímicas.
A mí eso se me daba bien, me cuadraba, entendía su lógica. Es como ir a comprar el pan, vos das plata y recibís pan, o das pan y recibís plata, es un intercambio justo entre iguales, nadie gana ni pierde, o todos ganan como se quiera ver.
Si además sos buena onda y el panadero también pueden ustedes contar unos chistes y alegrarse mútuamente el día que no cuesta nada, haciendo de algo tan sencillo como ir a comprar el pan algo lindo. Pues el sexo igual.
Claro, en algún momento intentás ir más profundo y la cagás, todo se convierte en un gran quilombo de dependencias emocionales en las que la relación con la otra persona se transforma en una guerra por la supervivencia emocional.
Una guerra en la que necesitás dominar, conquistar las emociones del otro para poder dominar las propias, pues el otro, la otra, tiene pleno poder sobre tu forma de sentir y vivir, así que para tener vos control sobre tu propio sentir y vivir necesitás tenerlo sobre el sentir y vivir del otro, la otra.
Yo perdí todas las guerras que emprendí, o que se emprendieron contra mí sin que yo supiera. Guerras disfrazadas de amor, de mucho amor.
Tal vez de ahí me venga mi misoginia, o mi ‘misoginia’.
De que yo me creí en algún momento que las mujeres eran buenas y nosotros malos. De que las mujeres eran las vulnerables y nosotros los poderosos.
No sé cuantas de ustedes tuvieron relaciones de pareja con mujeres. Si hay algo que tengo claro es que las mujeres son la parte fuerte, dominante, en una pareja. Y que una de las razones de que esto sea así es que muchos hombres, o déjenme decir ‘hombres’, nos sintamos en la obligación de ceder por ser la parte ‘fuerte’.
No saben la inmensidad de conflictos que tuve con mis parejas que observados con el tiempo, no fueron más que formas de intentos de subjugación, armarle un gran quilombo a alguien para simplemente controlar su mundo interior, y utilizar cualquier excusa para simplemente eso, dominar. Y en eso el lado femenino juega en otro nivel, otra dimensión.
Claro, la opción es dominar vos donde podés, a través del poder físico, o de la amenaza física, algo que sólo siendo un inmenso desgraciado podés hacer.
No quiero decir que los ‘hombres’ sean totalmente inermes en el terreno de lo emocional y psicológico, no lo son, en especial en lo psicológico, pero desde luego yo lo era, y creo que muchos otros también.
Ni entendía lo que estaba sucediendo, me bloqueaba por dentro de la misma manera que entiendo que una mujer lo haga cuando un desgraciado la amenaza con violencia física.
La sensibilidad, que no es otra cosa que el ser consciente, te incapacita para el poder, y para las luchas de poder.
No hablo de su sensibilidad, de la sensibilidad de ser muy sensible, de sentir mucho las cosas, esa sensibilidad es en realidad ego. Hablo de ser consciente, de sensores, de sensibilidad perceptiva, de inteligencia en su más alta expresión, la de tener los sentidos despiertos no sólo al mundo externo, sino al interno.
Eso te incapacita para la guerra, para las guerras permanentes de poder que son las relaciones e interacciones con las personas, guerras veladas, incomprendidas, invisibles para la mayoría de personas que las están llevando a cabo.
El mayor arma social que conozco es el victimismo, y no me pasa desapercibido el tinte victimista de fondo de este escrito. Pero no lo es tanto como parece.
No lo es porque aunque lo sea externamente, y sea una autojustificación, no lo es tanto por dentro.
Soy una persona traumada, traumada por la sociedad competitiva y violenta, por usted que es competitiva y violenta detrás de sus disfraces. Pero también una persona sensible que utilizó su dolor para dirigir la mirada a su propia violencia y competición.
Las últimos serán los primeras.
Si le sacamos todo matiz religioso y por tanto hipócrita a esa frase, nos quedamos con una verdad como un templo, como un templo no religioso y por tanto no hipócrita.
Yo competí como la que más, y perdí como la que más. No soy mejor que nadie, hasta se puede decir que soy peor que la mayoría. Mi virtud, o habilidad si lo prefiere, no es mi falta de competitividad, sino que soy muy mala compitiendo, horrible, que termino perdiendo siempre.
Esto es porque la sensibilidad, la de la que hablo, no la de la que habla la gente que es ego sin más, esa sensibilidad te sabotea la competición.
La sensibilidad hace que cuando se da la batalla, la guerra de egos, siempre terminás por ceder, por perder.
La sensibilidad sabe que en el fondo es peor ganar, que lo que le hacés a tu corazón es diez millones de veces peor que lo que le hacés a otra persona cuando la dominás, cuando te imponés, cuando controlás sus sentimientos.
Muchas de las personas con las que competí seguro que les va mucho mejor en la vida que a mi, que terminé en una cueva en el monte por no ser ya capaz de competir con nadie, más que por fuera, porque es inevitable. Por dentro ya te acostumbraste a dejar ganar a todas, no hace sentido la lucha, te mata, solo te da éxito externo, tanto en el ‘amor’, como en el trabajo, como en la vida en general. Pero te perdés por dentro.
Perdés la sensibilidad, la guía, la inteligencia interna sin palabras, la consciencia, la integración en el mundo, en ese en el que no existe la competición ni hay éxitos que lograr ni por tanto nadie a quien controlar, dominar, engatusar, manipular.
Ustedes se dicen cosas bellas y lindas las unas a las otras, y mis ojos, tal vez llenos de rencor, de misoginia, de odio, de frustraciones y decepciones, de negatividad, no ven más que formas de manipulación y control en ello, muchas veces no conscientes, automáticas, pero no por ello menos destructivas, o precisamente por ello más destructivas.
O pudiera ser que no hay rencor ni odio ni misoginia. Pudiera ser que es sensibilidad, belleza, inteligencia, amor (todo son la misma cosa), lo que me lleva a decirles todas estas cosas a ustedes. La esperanza de un mundo, un lugar, en que la manipulación no existe.
No porque hagamos muchas reglas para deshacernos de ella, eso es imposible, las reglas son el caldo de cultivo de los manipuladoras. Sino porque nuestras sensibilidades, nuestros darnos cuenta, nuestros sensores nos avisan sin que podamos evitarlo de que estamos manipulando, de que estamos luchando, intentando dominar, compitiendo, a pesar de hacernos las víctimas, y esa sensación nos es demasiado, y cedemos y perdemos, y nos marchamos vencidas.
Yo le propongo un mundo de perdedoras, de perdedores, de incapaces de luchar, por dentro, por fuera si es necesario y solo cuando lo sea se lucha. Les propongo un reservorio, un paraíso para los últimas. No porque queramos ser los primeras, sino porque no podemos ya luchar, se nos agotó el corazón para la lucha, la imposición, por lo masculino opresor y por lo femenino manipulador.
Cuando yo la puteo a usted la pongo a prueba, no sé si tengo derecho pero si que no puedo evitarlo. Si se me ofende, si reacciona emocionalmente, es que todavía está en lucha, compitiendo.
Esto es porque mis ataques, mis puteos, mis misoginias y rencores lo son solo por fuera, y si usted tiene la sensibilidad hecha, desarrollada, su corazón lo sabrá, sin palabras, como se saben las cosas, y lo entenderá como invitación, como juego, como danza, como forma de reírnos de nuestras importancias, nuestras luchas, nuestras necesidades de éxito, de alcanzar cosas, de ser respetadas, de ser comprendidas, validadas. De competir.
Zaratustra, al menos el de las primeras 20 páginas, quizá fueran 40, no comprende todo esto. Está dolido con el mundo, es reconcoroso, y desciende de su cueva a castigar las orejas y los corazones de quien quiera escucharle las verdades, pero verdades por fuera, secas.
Tal vez yo sea un zaratustra, tal vez sea un iluminado de tres al cuarto, un acomplejado con necesidad de sentirse importante, tal vez lo que diga sea cierto, pero seco, o sea totalmente falso y no haga mayor sentido que el de tratar de dar sentido a mi existencia como a otra gente se lo da el fútbol, las cervecitas con los amigos, las luchas sociales, los hobbies, o cualquier otra excusa que utilicemos para darle sentidos a nuestras existencias.
Tal vez también, lo que digo tenga algo de semilla de algo realmente diferente, de un mundo donde nos orientemos y nos manejemos de forma esencialmente diferente, de un mundo que todas soñamos, percibimos desde algún lugar profundo, desde una esperanza que escondemos detrás de partidos de fútbol, cervecitas, luchas o hobbies.
La verdad es que yo misma no lo sé, nací con estos ojos que miran por dentro y que casi obvian o desprecian lo aparente, que tal vez se equivoquen de plano. Simplemente no puedo evitarlo, perdí toda capacidad de evitarlo.
Es por todo esto que no me apena que usted no me escuche, que siga usted apaciblemente con su vida, que a mi me parece una competición pero que para usted se siente de otra manera.
Hablo para las personas que ya no pueden soportarlo, que por más que intenten e intentaron nada les funcionó, que la lucha, la competición les ganó, las destruyó.
No gente que perdió recién y necesita un tiempito para reacomodarse y regresar a luchar. Para gente que fué, que perdió definitivo, que no puede más, que abandonó.
Yo la miro a usted con amor aunque no lo parezca. Mientras usted no mate ni tenga la intención secreta de hacer daño sus competiciones me parecen infantiles, parte de un proceso y aprendizaje. Pero sé que llevan al dolor, suyo y de otras personas, no intencionado, como parte del aprendizaje, pero dolor igual.
Así que me mantendré al margen, observando, que es lo que sé hacer. Y de vez encuando me meteré a dejar mi cagadita, mi puteazo en forma de semilla, de tal manera que dentro de mucho mucho tiempo, vidas quizá, algo le crecerá por dentro sin que pueda evitarlo, la necesidad de dejar de luchar, de dejar de alcanzar nada, de abandonar.
Y quizá entonces sea usted la que con mucho cariño cague a palos a la gente por sus competiciones, por sus maldades inconscientes y disfrazadas de biendades.
Será que entonces necesite usted buscarse una su cuevita, para poder vivir en el margen y observar desde allá la borágine de competiciones interactuando unas con otras que el mundo es.
O tal vez, si yo tuve algo de éxito dios no lo quiera, habré conseguido para entonces crear ese paraiso de perdedores con el que sueño, donde toda competición simplemente dejó de hacer ningún sentido. Y entonces pueda usted reunirse con nosotras las perdedores y jugar a no alcanzar cosas mientras alcanzamos juntas las estrellas, como sin querer, como sin saber.
Fin
Vida Patética
Lloro, sufro, pero sobretodo miento.
Miento porque ni lloro ni sufro.
Tampoco dejo de hacerlo.
Principalmente me dedico a quemar kilojulios.
Todavía no descubrí para qué.
¿Convierte eso mi vida en patética?
Mi vida no es imperfecta,
para eso tendría que tener otra con la que compararla,
y yo no tengo otra vida, tengo la mia,
única, trina e indivisa.
Es por eso que de ser algo mi vida sería patética,
y no imperfecta.
¿Se necesita tener otra vida con la que compararse para que la tuya sea patética?
Desde su punto de vista probablemente si,
desde el mio no.
Mi vida es patética porque patética suena maravilloso.
Es como industrial, que suena lindo,
a pesar de que las industrias sean feas como culos.
Pero es que si a mi me gustan los culos pues también me gustan las industrias.
Y es por esto que mi vida es patética, porque suena lindo.
Una vez que te enamorás de tu patetismo la vida es perfecta.
Porque ya no se puede bajar más.
Es por eso que los últimos serán los primeros,
pues se quedaron sin nadie con quien competir,
y solo les queda disfrutar de sus patéticas vidas por los siglos de los siglos amén.
Fin
Cínico
Bue, pues hoy descubrí que soy un cínico.
Esto, como todo en la vida, se descubre en wikipedia, y en al menos mi caso, gracias a Romi que te dice que sos un cínico, y te manda a wikipedia a ver qué carajos fue lo que te llamó.
Yo no soy un cínico como ustedes que conste, según la Romi soy un Cínico de los de antes, de los de la antigua grecia, lo que quiere decir que soy más re copado que ustedes, pues todo el mundo sabe que todo lo que tenga que ver con la antigua grecia es lo mejor. Desde la antigua grecia tó fue pa'bajo en la humanidad.
Lo único que me jode de ser un cínico es que me voy a tener que dejar barba según parece, y a mi eso de las barbas me pica por dentro y por fuera.
Bue, pues para el sermón de hoy, griegos 3:104 versión 2.0, vamos a ver eso de los cínicos y ver si tengo algo que ver con esa gente o no. Es decir, vamos a hacer un artículo en el que hablo de mi mismo, me comparo con los filósofos griegos, salgo ganando, y me voy a la cama tó feliz.
Lo anterior era un resumen para quien no quiera leerse todo el artículo.
Ale, siéntese acá cerquita, compreme un cafesito no sea roña, y a disfrutar del cuento.
Para hacer esta revisión/comparación sobre mi posible cinicidad vamos a ir al wikipedia. No me jodan porque no me voy a poner a hacer una revisión bibliográfica para hacerles este puñetero artículo, nos quedamos con wikipedia y van que se matan.
Además se les olvidó pagar los cafés listillas. Es un pinche dolarsito nomás no joda.
Bueno pues el bueno de nuestro diógenes, uno de nuestros afamados cínicos, al que yo conocía de oidas y nombré en alguno de mis artículos, estaría orgulloso de que yo les intente sacar la guita con la excusa de los cafesitos, con lo cual ya cumplo uno de los requisitos para entrar en las historias de los cínicos, pero sigamos viendo.
Voy a ir uno por uno revisando los requisitos que según wikipedia hay que cumplir para ser considerado un Cínico, recuerde, no el cinismo feo de usted, el elevado y filosófico de nosotras las griegos antiguos.
Primer requisito:
El objetivo de la vida es la eudaimonía y la claridad mental o lucidez (ἁτυφια), literalmente «liberarse del humo» (τύφος), todo lo que significaba falsa creencia, insensatez, locura y presunción.
Lo cual nos lleva a tener que abrir el pinche link de eudaimonía a ver qué carajos quiere decir eso. Mucho trabajo, me parece que me va a tener que invitar usted a una chelita también.
Eudaimonía (griego: εὐδαιμονία /eu̯dai̯moníaː/) es un término griego comúnmente traducido como felicidad, bienestar o vida buena; también se ha propuesto "florecimiento humano" o "prosperidad" como su traducción más precisa.
Etimológicamente, se compone de las palabras "eu" ("bueno") y "daimōn" ("espíritu"). Es un concepto central en la ética y la filosofía política griega clásica, junto con los términos "aretē", la "virtud" o "excelencia", y "phronesis", a menudo traducido como "sabiduría práctica o ética".1 En las obras de Aristóteles, la eudaimonía designa el mayor bienestar humano. La consecución de éste, sería el objetivo de la filosofía práctica, que da lugar a un proyecto filosófico que busca investigar (y también experimentar) qué es realmente, y cómo puede lograrse.
Bueno pues acá iban claramente bien orientados los pinches cínicos. No tan bien orientado el que tradujera eudaimonía, pero eso no es culpa de los griegos. Toda persona que dijo algo realmente interesante se caracteriza por haber sido tergiversada y mal traducida incluso a su propio idioma.
La mejor traducción de todas en lo que a mi propuesta filosófica concierne es la de ("bueno") y ("espíritu"). Pero como ustedes van a malinterpretar lo que bueno y espíritu significan pues como si no les hubiera dicho nada.
Ustedes a perseguir la felicidad que es lo que les pone.
Por lo que se refiere a este primer criterio les apruebo a los cínicos, de momento les dejo entrar a mi movimiento filosófico.
Me doy cuenta ahora en la revisión que me salté lo de la lucidez. Me da paja ahorita ponerme a hablar de eso, paja de la argentina no de la española, de esa otra ya me dio hace un ratito en la siesta.
Que me dé paja argentina hablar ahorita de ello no quiere decir que no sea importante, quiere decir que me da paja y ya. Le damos un aprovado a los grieguitos por la lucidez y dejamos para otro momento encarar qué quiere decir eso más allá de lo que aparentemente quiera decir.
Segundo criterio:
La eudaimonía se logra viviendo de acuerdo con la Naturaleza (physis) tal como la entiende la razón humana (logos).
Lo que nos lleva a tener que clickar a ver que mierda es physis y logos. Uffff.... si sé no comienzo este estudio, demasiado laburo, ale, ya saben lo que hacer, pásense de vuelta por la barra y se traen dos chelitas más.
Physis:
En la filosofía presocrática, a partir de Heráclito, physis, de acuerdo con su etimología de "crecer, llegar a ser", se utiliza siempre en el sentido de desarrollo "natural", aunque el centro de atención puede estar en el origen, el proceso o el resultado final del mismo. En el siglo siglo VI a. C.), a partir de la Escuela Jónica, la palabra podía utilizarse también en sentido amplio, como referida a "todas las cosas", como si fuera "naturaleza" en el sentido de "universo".8
En la tradición sofista, el término se oponía a nomos (νόμος), "ley" o "costumbre", en el debate sobre qué partes de la existencia humana son naturales y cuáles se deben a la convención.9
Este concepto me recuerda demasiado a lo que yo llamo la vida dopaminérgica frente a la vida noradrinérgica, y si no tiene ni idea de lo que hablo es que no se leyó mis artículos 'Dopamina para Creadoras de Contenido', con lo cual no sé qué hace acá, problema suyo, probablemente se extravió.
Páguese una chelita antes de irse que ya me voy poniendo contenta.
Lo de que el centro de atención puede estar acá, allá o más allá todavía es pendejada, ni caso. La atención está donde le sale de la cachimba a ella, y cuando esto es así no diferencia entre acás, allás o más allases. Está y yases.
Y cuando no está es cuando llegan los quilombos y se pone una a diferenciar entre orígenes, procesos y finales, cosas inexistentes para la atención que lo es, y que solo vienen a existir cuando la atención deja de serlo, y se convierte en concentración.
Aunque eso es de otra clase, un clase que no llegaremos nunca a dar porque nomás sirve para hacerse un lio monumental de cachimba. Usted atienda, cachimbas, y lo demás ya se deslia solo.
Logos:
De toda la mierda que leí en la wiki sobre esa palabra me quedo con esto:
El `ser` de Heráclito, entendido como logos, es la Inteligencia que dirige, ordena y da armonía al devenir de los cambios que se producen en la guerra que genera la existencia misma. Se trata de una inteligencia sustancial, presente en todas las cosas. Cuando un ente pierde el sentido de su existencia, se aparta del Logos.
Bue pues dicho de esa manera le compro al tal heraclito todos los logos que le salgan del plito, y hasta del clito. ¿Y esas chelitas, me las compró usted?
Roñica
Sigamos que de momento parece que los cínicos estos no estaban del todo despistaos.
La arrogancia (τύφος) es causada por falsos juicios de valor, que provocan emociones negativas, deseos antinaturales y un carácter vicioso.
Bue, demasiado complejo, habría qué ver qué narices era eso de la arrogancia para los griegos y no hay enlace en la wiki y yo no voy a dar vueltas por todo el internet para enterarme. Pero por diez chelitas le doy diez vueltas corriendo a su casa de usted.
Palabra clave de la frase esa lo de los falsos juicios de valor.
Creo que eso todavía no lo abordé en los escritos que publiqué en la newsletter.
Es la puta clave de todo. Y es lo que me diferencia de usted. Y es algo que no hay forma de que yo le explique. Además ninguno de las dos queremos que usted se convierta en mi, así que mejor lo dejamos sin explicar, ¿no es cierto?
Creo que la pista más grande que le puedo dar es un artículo que lo comenzaba diferenciando lo que es entender y lo que es comprender, según mis cínicas filosofías claro. La que se lo labure y encuentre la pista es que se lo mereció.
La opción es que me compre otra chelita, cafecito o lo que le salga del plito y me lo pida por privado y ya se lo busco yo, que la verdad que me dio curiosidad.
Bue, pues si los cínicos realmente descubrieron eso de la diferencia entre entender y comprender, fuente de todo falso juicio de valor, fuente de toda negatividad, fuente de todo deseo del ego, fuente de todo carácter vicioso, fuente de toda arrogancia (incluso la suya que camufla detrás de su disfraz de humildita), pues entonces no me queda otra que aprobarles esta también. Y mirá que me jode, van tres de tres.
La eudaimonía, o el florecimiento humano, depende de la autosuficiencia o autarquía (αὐτάρκεια),4 la ecuanimidad, la virtud o areté,5 el amor a la humanidad, la franqueza en el hablar o parresía6 y la indiferencia ante las vicisitudes de la vida (adiaphora, ἁδιαφορία).
Uffff...demasiadas cosas. Ya sabe, pase por barra.
Autosuficiencia: Si.
La falta de autosuficiencia lleva al miedo que lleva a la oscuridad, es decir, a no querer mirar por lo que se pudiera descubrir, que podría ir en perjuicio de mis relaciones de insuficiencia o dependencia, así que mejor no mirar y ya, que para algo se inventó el miedo.
Gracias al miedo podemos no mirar las cosas, lo que nos permite no ver gracias a dios, porque tendríamos que hacer algo con las cosas que viésemos. Lo cual nos libera para sentarnos a mirar netflix tranquilamente para ponernos cachondas con hombres muy machos de torsos desnudos y llenos de bultos, y luego ya irnos a platicar con las amigas al café para criticar a los hombres de verdad por lo muy machistas que son.
Esto requiere más explicación como todo lo que estamos hablando pero es que a usted no le da la guita para pagarme todas las chelas que tendría que pagarme para que yo perdiese mi preciado tiempo de rascarme las bolas y urgarme las narices en explicarle a usted todas las cosas estas de nosotras las griegos barbudas y piojosas.
Ecuanimidad: Bue, a saber lo que quieren decir con eso.
Lo que yo entiendo por la ecuanimidad en mi filosofía, que pronto será la nueva religión de nuestro amado mundo hispano. El resto que se jodan y sigan persiguiendo a los gringos que les están llevando pa'l chingadero.
Pues en mi mundo, el de la salvación, la ecuanimidad es un derivado de eso que les decía de comprender la diferencia entre comprender y entender. Y sí, en ese sentido es necesaria. Y no doy más pistas.
Virtud: Ni puta idea. Es otra palabra como amor o amistad, si alguna vez quisieron decir algo ya se nos olvidó el significado.
Amor a la humanidad: A ver este es cierto.
Lo que pasa es que es un amor raro. Primero por no saber ya qué mierda significa ya el ‘amor’, segundo porque tu amor cínico a la humanidad implica el que te valga verga que hagan cagadas y cometan todo tipo de anormalidades y horripilanterias.
Y, ¿Qué clase de mierda de amor es ese? Buena pregunta, si tuviese algo de plata le compraba una chela.
El amor cínico es un amor potencial. A la potencia o semilla que habita el pecho humano, y a los pequeños destellos que podés observar de esa semilla de tanto en tanto en alguna humano concreto.
Por lo demás los humanas te valen verga sinceramente, les dejás que hagan sus cagadas de humanos y te apartás un poco para que no salpique cuando se les mira en los ojitos que se van a mandar una cagadita.
Los ojos no fallan, dios le puso ojos a las humanos para que podamos ver en ellos que se van a mandar una cagada y así poder apartarnos a tiempo. Buena onda dios.
Para poder descubrir todo esto necesitás cambiarte los ojos que dios te dió, y encontrarte unos que te sirvan para ver, y no solo para avisar a las demás de que estás a punto de mandarte una cagadita.
¿Recuerda lo de la correlación entre el miedo, el mirar, y el ver? Pues no digo más, la que quiera ojos que vea.
Franqueza en el hablar: Bue, qué grande que esta se haya autoexplicado sola y no haga falta decir más. Traígase un par de chelitas y otro par de cafesitos para cada una para celebralo.
…voy borracha, creo que me voy a coger al camarero... muy francamente.
Indiferencia ante las vicisitudes: Y bue, ¿cuál es la opción, sufrir? Otra que se autoresponde.
Bien, acabamos esa, griegos aprobados de vuelta, me están empezando a tocar las bolas, como sea que esta gente decubrió hace dos mil quinientos años lo que yo recién descubrí me corto la pinga.
Uno progresa hacia el florecimiento y la claridad a través de prácticas ascéticas (ἄσκησις) que lo ayudan a liberarse de influencias como la riqueza, la fama y el poder que no tienen valor en la Naturaleza. En cambio, promovieron vivir una vida de trabajo duro y esfuerzo (ponos). Para los cínicos, esto no parecía significar trabajo físico real. Diógenes de Sinope, por ejemplo, vivía de la mendicidad, no del trabajo manual. Más bien, significa elegir deliberadamente una vida dura, por ejemplo, usar solo una capa delgada y andar descalzo en invierno.
¡Tomaaaaá! ¡Les encontré el fallo! Estos griegos no tenían ni puta idea de la vida.
A ver, dado que toda persona que tuvo algo importante que decir fue y será malinterpretada, habría que darles un comodín a estos cínicos y pensar que acá probablemente los traductores y estudiosos se perdieron de la vaina.
No se trata de que haya que elegir una vida dura, se trata de que hay que rechazar las vidas suaves, porque te destruyen. Y tampoco rechazar, mantener la distancia, si las rechazás te pasa lo que decían los griegos estos de la arrogancia.
El punto es que sabés que determinadas cosas, si las repetís mucho, van a incapacitar tu mente, te van a atar, a esclavizar, y por tanto vas a dejar de ser autosuficiente y te va a atrapar el miedo. Ese es el problema del 'lujo', y hasta del ‘bienestar’, o del netflix para los amigos.
Pero ir por la vida fardando de capas raídas como hacen los hippies no es más que una fuente de arrogancia, como les pasa a todos los hippies que conocí y conoceré. Es la gente más arrogante que existe, y cuanto más en taparrabos van más arrogantes son, en una curva de proporcionalidad exponencial.
En realidad es más bien lineal pero exponencial queda siempre mejor en los textos del internet.
Bue pues permítanme que suspenda en esta a los cínicos, (por no querer cortarme la pinga fundamentalmente).
Un cínico practica la desvergüenza o el descaro (αναίδεια) y desfigura el nomos de la sociedad: las leyes, costumbres y convenciones sociales que la gente da por sentado.7
Otra que se autoexplica en mis boletines, y si me conocieran en directo más. Pues podría peerme en su cara para demostrárselo.
Hasta que nos encontremos se quedará usted sin demostración experimental y por tanto no comprenderá nada de nada aunque se piense que si.
Eso si, usted podrá ir a la uni y aprobar todos los exámenes de filosofía que le pongan por delante, y empapelar su casa con miles de diplomas para que yo pueda limpiarme el culete con ellos cuando usted me invite a su casa a que le haga una demostración experimental de lo que la filosofía verdadera y original significa.
O también puede usted ahorrarse el proceso y limpiarse el culete por sí misma, no sólo con sus diplomas físicos, sino con todo lo que aprendió en su vida, creyó aprender en realidad. Y de esa manera convertirse en filósofa, griega, cínica, limpia, clara, blanca, por dentro, sea usted todo lo negra por fuera que tenga usted a bien ser por favor.
Pero comprométase a no aprender nunca nada más, nada más que no sea a cocinar, manejar el auto, crear cosas con sus manitos, y ya, que es lo único que hay que aprender. El resto es todo puro olvidar para regresar a ser niña, el significado oculto de la palabra cínico.
Tal y como le dijo a usted ese otro cínico al que dieron el nombre de jesús porque algún nombre había que darle, a pesar que los cínicos no existamos y por lo tanto no gastemos nombres ni palabras, más que para arrojárselas a las gentes para que se enojen y poder nosotras así cagarnos de la risa, único vicio inconfesable de nosotras, las filósofas griegos, que alguno habíamos de tener, pues huímos de la perfección como de la peste, pues nos jode y nos pica tanto como nuestras piojosas barbas.
Bue, pues hasta acá esta revisión perfectamente histórica, científica, erudita y académica, beer reviewed, de los Cínicos griegos, gente que yo aceptaría como mi familia si no fuese tan autosuficiente.
Pueden leer abajo la cantidad enorme de papers que consulté para escribir esta tesis doctoral, si no la encuentran es que hubo un problema al subir los datos a la nube, y no que sea mentira.
Para la próxima tendremos una clase práctica en la que aprenderemos a cagar en un cubo, ducharse en invierno con el agua de regar, lavar la ropa en cubo (distinto del de cagar, somos cínicos no chanchos), y otra pila de cosas maravillosas y excitantes que estoy segura no interesan a nadie.
Fin
Y dicho todo esto me guardo la colita de vuelta y me regreso a mi cuevita.
Las populares se juntan con las populares 🙈habemos otras que simplemente no se nos da moldearnos demasiado, (aunque en teoría lo hacemos hasta cierto punto) no podemos ignorar lo que somos o lo que es auténtico para nosotras y es todo un dilema. Por otro lado es parte de la naturaleza humana la necesidad de reconocimiento y darte cuenta que tienes que ser otra cosa para ganar ese reconocimiento desconcierta bastante. Te mando un abrazo y espero que te encuentres mejor ante este feo mundo, que desafortunadamente es lo único que existe.
Me he quedado corta y no he terminado de leer el post, mientras tanto aquí te comento un poco mi opinión.
Te he mencionado porque quería comentarte y luego se me olvida, perdona si te parece manipulativo o algo. Arend, a mi me pasó lo mismo con el fútbol y luego descubrí su genialidad humana. La verdad es que hablas de tantas cosas que es imposible que te pueda responder en todas pero quería hacer mi humilde aportación. Un abrazo